El frenético zigzag de la economía y la política argentina pueden ser a veces una especie de árbol que tapa el bosque, y eso se aplica en especial a uno de los proyectos más disruptivos que tiene el país como es el caso de la exportación de gas natural licuado (GNL), un plan que, pese a que no se vea a simple vista, cuenta con algunos “paraguas” para gambetear el embate de la volatilidad local.
Antes de analizar cuáles son esos factores que quitan cierto grado de la incertidumbre argentina, vale repasar de qué se trata este plan exportador.
La iniciativa se engloba en la denominación Argentina LNG , por las siglas en inglés de gas natural licuado y contempla tres etapas o fases diferenciadas.
La Fase 1 ya está avanzada y se erige bajo la empresa que se creó para obtener los benef