La mañana del 19 de septiembre de 1985, a las 7:19 horas, un sismo de magnitud 8.1 sacudió a la Ciudad de México . El epicentro se localizó a 45 kilómetros al noroeste de La Mira, Michoacán, y en solo segundos las ondas sísmicas recorrieron cientos de kilómetros hasta impactar a una de las urbes más pobladas del mundo.
Las escenas fueron de terror: lámparas desprendidas, cristales estallando, repisas desplomadas y paredes crujientes marcaron los 90 segundos que parecieron eternos.
Edificios colapsados y una ciudad herida
La capital quedó cubierta de polvo y dolor. Uno de los puntos más afectados fue el complejo de Tlatelolco, donde el edificio Nuevo León se redujo a escombros, dejando a cientos de familias en la intemperie.
En total, se calcula que 400 edificios colapsaron. El Hospital