Hace casi seis meses, China envió un mensaje inequívoco sobre su control sobre cadenas de suministro cruciales. Sus líderes suspendieron las exportaciones de potentes imanes de tierras raras, indispensables para muchas industrias de todo el mundo.

Esta medida reforzó los esfuerzos iniciados en los últimos años para desarrollar alternativas. En Estados Unidos, cuatro fábricas de imanes de tierras raras están finalizando su construcción o comenzando a producirlos. Una fábrica especialmente grande acaba de inaugurarse en Europa del Este.

Pero el alboroto desde abril sólo ha servido para subrayar la ventaja que tiene China después de tres décadas de fuertes inversiones, y lo difícil que será para el resto del mundo alcanzarla rápidamente.

China ha utilizado su control absoluto sobre el sumi

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