La transición hacia la energía limpia avanza en todo el mundo con un objetivo claro: carbono neutralidad, reducción de costos y autoabastecimiento. Sin embargo, nuestro país aún está lejos de ese horizonte.
“Si nos miramos en relación a la región, la carrera de Argentina en energías renovables ha sido muy lenta”, advierte Andrés Oberti, director de la empresa Ecovatio.
Y los números lo confirman: mientras en los últimos ocho años Argentina sumó apenas 70 megavatios en generación distribuida, Brasil alcanzó los 33.000, Uruguay los 10.000 y Chile los 330.
El motivo principal, explica Oberti, es la falta de acceso al crédito y la ausencia de políticas de incentivo claras, sobre todo en el segmento residencial. Mientras que en países vecinos se impulsó el net metering —un esquema que permit