El Perú asiste a un nuevo despertar ciudadano encabezado por los jóvenes, quienes han decidido salir a las calles este 20 y 21 de septiembre. Contra quienes afirman que lo hacen por moda o por simple rebeldía, se equivocan. Han decidido marchar porque la indignación se ha vuelto insoportable.
La ofensiva del Ejecutivo contra la Fiscalía de la Nación, sumada al respaldo sui géneris del gobierno de Dina Boluarte a Fuerza Popular, ha encendido las alarmas sobre la salud de nuestra democracia. ¿Cómo confiar en las instituciones si, cuando un poder del Estado actúa con independencia, es inmediatamente presionado desde el poder político?
Pero la indignación juvenil no se explica solo por la coyuntura institucional. A ella se añade la reforma previsional aprobada a espaldas de la ciudadanía. Ba