Todos los que tenemos plantas en casa queremos que se mantengan en flor durante todo el año, pero no siempre resulta sencillo. Hay muchísimos factores que influyen en el ciclo vital de las plantas, como la luz, el riego, la fertilización o el tipo de sustrato. En Japón , donde la jardinería se considera un arte, existe un método tradicional para mantener las plantas en flor de forma constante, el cual ha ganado popularidad en todo el mundo por los buenos resultados que ofrece. Este método se basa en tres pilares fundamentales: la observación, la moderación y la fertilización .

Al evitar tanto excesos como carencias, las plantas se mantienen en flor durante más tiempo. Además, el hecho de observarlas a diario permite detectar rápidamente que algo no va bien y, de esta forma, prevenir plagas y enfermedades . Asimismo, la fertilización natural mejor la estructura del suelo. Finalmente, el acto de observar y cuidar las plantas con calma se convierte en un ejercicio de meditación .

El método japonés para mantener las plantas en flor

En la cultura japonesa, la jardinería no es una simple actividad práctica, sino que se entiende como un ejercicio de conexión con la naturaleza que influye en el bienestar. Antes de proceder con riegos, podas o fertilización, los jardineros insisten en la importancia de la observación consciente.

Tal y como su propio nombre indica, se trata de dedicar unos minutos todos los días a mirar las plantas con atención ; fijarse en cómo están las hojas, si han aparecido brotes nuevos, si el tallo se mantiene firme… Aunque parezca algo trivial, es el paso clave para detectar signos tempranos de estrés hídrico, falta de nutrientes o presencia de plagas. De esta manera, la planta recibe exactamente lo que necesita en el momento adecuado, evitando carencias o excesos.

El segundo pilar del método japonés para mantener las plantas en flor es la moderación . A menudo, los aficionados a la jardinería cometen el error de pensar que cuanto más se riega o fertiliza una planta, más rápido crecerá o más flores dará. Sin embargo, ocurre lo contrario: el exceso de agua puede provocar que las raíces se pudran.

Siguiendo este método, las plantas sólo se riegan cuando realmente lo necesitan. Para ello, los jardineros japoneses utilizan el truco del palo de madera . Es tan sencillo como clavar un palo en el sustrato y, al sacarlo, comprobar si sale húmedo o seco. Sólo cuando el palo sale completamente seco es el momento adecuado para regar.

Por último, en lugar de recurrir a fertilizantes químicos, el método japonés apuesta por los nutrientes naturales . Entre los preferidos están el compost casero, el bokashi (una mezcla fermentada de residuos orgánicos) y restos de uso cotidiano como los posos de café o de té.

Los posos de café son ricos en nitrógeno, fósforo, potasio y minerales como magnesio o calcio, los cuales favorecen el crecimiento de hojas más verdes y fuertes. Además, al mezclarlos con la tierra, mejoran su estructura y su capacidad de retener humedad. En el caso del té, sus hojas aportan compuestos orgánicos que enriquecen el sustrato. También contienen taninos, que pueden contribuir a mantener un pH ligeramente ácido, algo beneficioso para especies como las azaleas, camelias o hortensias.

Cómo aplicarlo en casa

La clave de este método está en prestar atención a cada detalle del crecimiento de la planta :

  1. Lo primero y más importante es la observación diaria. Dedica unos minutos al día a mirar las plantas con calma; comprueba el estado y la posición de las hojas, la humedad del sustrato, el color del tallo… De esta manera, podrás detectar señales tempranas de estrés, plagas o falta de nutrientes antes de que se conviertan en un problema grave.
  2. A continuación, introduce un palo de madera en el sustrato para saber si tienes que regar o no. Este gesto evita encharcamientos, mejora la oxigenación de las raíces y reduce el riesgo de hongos.
  3. Los fertilizantes químicos pueden ser efectivos, pero a menudo alteran el equilibrio natural de la planta. Por eso, el método japonés apuesta por abonos orgánicos en dosis pequeñas y constantes, como los posos de café y té. La recomendación es aplicar una o dos veces al mes para que la planta reciba nutrientes de manera sostenible.
  4. Por otro lado, la luz y la ventilación son factores esenciales para mantener las plantas en flor durante todo el año. En interiores, lo mejor es ponerlas cerca de una ventana donde dé el sol, pero protegiéndolas del sol directo en las horas centrales del día.En exteriores, es preferible elegir un lugar con sombra parcial y buena circulación de aire.

Aunque la técnica puede aplicarse a cualquier especie, hay algunas que destacan por sus buenos resultados, como las orquídeas o las camelias . Estas plantas agradecen el riego moderado y los fertilizantes naturales.