A veces pienso que ser CMO (Chief Marketing Officer) en el Perú hoy es como jugar un partido en el que la cancha cambia de forma mientras corres. La presión financiera se intensifica, la tecnología acelera sin pausa y, al mismo tiempo, la creatividad sigue siendo la única capaz de darle sentido a todo. El 2026 nos encuentra en un punto de inflexión: los directores de marketing están llamados a demostrar impacto tangible en el negocio, sin perder de vista que las marcas se construyen con historias, emociones y relevancia cultural.

La digitalización avanza a pasos agigantados y los CFO exigen pruebas claras de retorno, mientras la creatividad no puede quedar relegada por la avalancha tecnológica. En este nuevo tablero, los CMO enfrentan tres grandes retos: usar la data como volante estratég

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