“Goya vuelve a su pueblo para quedarse”. Con estas palabras, casi dos siglos después de su muerte, los maestros Antonio López y Andrés Ibáñez han desvelado al público la escultura a tamaño natural del pintor Francisco de Goya en su localidad natal, Fuendetodos, en la provincia de Zaragoza. Un trabajo artesanal hecho en bronce que a partir de hoy permanecerá a la vista de vecinos y turistas. “Es un sueño que las obras estén la calle”, manifestó el maestro manchego.

La expectación en el municipio zaragozano, que hoy celebra sus fiestas goyescas, era máxima para honrar a su hijo más ilustre, y han recibido con alborozo una pieza que ocupa un espacio simbólico entre la Casa Natal de Goya y la Sala Zuloaga, epicentro del pueblo.

La obra es un bronce que ronda los 1,80 metros, supera los 300 k

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