En una tarde de montaña rusa, el Mallorca pasó por momentos de estar temblando de miedo en una esquina agarrado a la solvencia de Leo Román -detuvo un penalti a Julián Alvarez al cuarto de hora- a otros subidos en la chepa de Jan Virgili, envalentonados y a tumba abierta. El descaro del extremo catalán, que vivió un amor a primera vista en su estreno en Son Moix, rescató al grupo de Jagoba del agujero negro al que le había empujado el gol de Gallagher cuando el Atlético jugaba en inferioridad por la roja directa -vía revisión de VAR porque el árbitro no había sacado ni amarilla- de Sorloth...

Jagoba pidió a sus futbolistas que había que ir «a ganar sin perder el partido» , en la pausa posterior a la expulsión del noruego,... pero sus jugadores cometieron el mismo error que el día del

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