José Bordalás es un malote. De pie en la banda, con los brazos cruzados, parece aquel Alex de La Naranja Mecánica que, después de relajarse con la Novena Sinfonía de Beethoven, mandaba a repartir a sus colegas. Tiene su qué declararse 'cruyffista' mientras conviertes al Getafe en los Pistons de los 'bad boys' (aunque aquellos tipos ganaron dos campeonatos de la NBA). Entre sus méritos, convertir cada partido en un infierno para el rival.
Que el Barça ganara jugando como los ángeles al Getafe en la caja de zapatos del Johan (5.711 espectadores esta vez) habla muy bien del equipo de Hansi Flick, quien logró mantener la calma que no tuvo Raphinha . El brasileño, que arrastraba una amarilla por sacar una falta antes de tiempo, se libró de la expulsión al final del primer acto al no s