En el hermético mundo de la política norcoreana, donde las dinastías se forjan en el secretismo y la lealtad absoluta, Kim Yo Jong emerge como una de las figuras más enigmáticas y potentes. Nacida alrededor de 1987 o 1988, esta mujer de porte elegante y mirada penetrante es la única hermana del supremo líder Kim Jong Un y, según analistas internacionales, la mujer más influyente en el régimen de Corea del Norte.
El ascenso de Yo Jong no solo representa un raro ejemplo de empoderamiento femenino en un sistema patriarcal, sino que también aviva debates sobre el futuro de la dinastía Kim: ¿podría ella, con su astucia diplomática y control ideológico, convertirse en la primera mujer al mando de Pyongyang? Las especulaciones, alimentadas por su proximidad al poder y las vulnerabil