NA
A 25 años de su resonante renuncia a la vicepresidencia, que marcó el principio del fin del gobierno de la Alianza, Carlos "Chacho" Álvarez vive un ostracismo autoimpuesto, alejado de los micrófonos pero no del análisis político.
Desde su mesa en el bar Varela Varelita, en el barrio porteño de Palermo, el exvicepresidente de Fernando de la Rúa analiza el presente, reflexiona sobre el pasado y se juzga a sí mismo con una dureza implacable: "Soy un político del pasado, del siglo XX, no soy de esta época, no entiendo nada".
En una semblanza del periodista Damián Nabot para La Nación, se revela el día a día de Álvarez, quien, a sus 76 años y con una salud frágil, se niega a dar entrevistas.
"No tengo autoridad política para hablar", le dice a quienes lo consultan, argumentando que su pr