Azucena Díaz, histórica militante de la organización Madres de Plaza de Mayo, falleció este domingo. Su vida estuvo marcada por la lucha por los derechos humanos, tras la desaparición de su hijo, Manuel Asencio Taján, quien fue secuestrado por la dictadura militar en 1976. Azucena se convirtió en un símbolo de resistencia y dignidad para todos los argentinos, manteniendo viva la memoria de los 30.000 desaparecidos durante la última dictadura.
Una vida marcada por la lucha por los derechos humanos
Nacida en Tucumán y residente en La Matanza, Azucena Díaz se unió a las Madres de Plaza de Mayo en 1976, un año después de la desaparición de su hijo, en la ciudad de Tucumán. Desde entonces, participó activamente en las históricas marchas de los jueves en la Plaza de Mayo, donde se reunían las