Mañana se dará el último pase en pantalla grande (consulten cartelera) de Sonrisas y lágrimas en el 60 aniversario de su estreno. Ninguna película ha sido más aborrecida por la crítica y más amada por el público. Desde el principio: tras su estreno mundial en el Rivoli Theater de Nueva York el 2 de marzo de 1965 recibió malas y hasta crueles críticas –“¡Absténganse diabéticos!”, titulaba la más venenosa e ingeniosa– a la vez que abarrotaba los cines. La viperina crítica Pauline Kael, que falló más que una escopeta de feria en sus juicios, la definió como “la mentira azucarada que la gente parece querer comer”. Lo de mentira es una imbecilidad, lo de azucarada es cierto (pero con azúcar de la mejor calidad) y no “parece” que fuera lo que la gente quisiera comer, sino lo que devoró en cantid
Triunfo del talento y del público

37