LANDOVER, Maryland, EE.UU. (AP) — Un vendaje claro cubría el corte en el puente de la nariz del entrenador de los Commanders de Washington, Dan Quinn, y la sangre manchaba sus fosas nasales y su bigote, resultado de una colisión en la línea lateral con su quarterback, Marcus Mariota, al final de la primera mitad de la victoria del domingo por 41-24 sobre Las Vegas.

"Todos nos reímos mucho de eso, sin duda", afirmó Quinn, quien dijo que fue evaluado por los médicos y no necesitó puntos de sutura.

¿Cómo se sintió al ser embestido por un jugador de la NFL de seis pies cuatro pulgadas y 222 libras corriendo con impulso?

"Probablemente como te lo imaginas", expresó Quinn. "No quiero que vuelva a suceder".

La jugada que dejó el rostro de Quinn luciendo más como el de un atleta que el de un entrenador ocurrió con menos de diez segundos para el final del segundo cuarto. Mariota fue empujado fuera de los límites al final de una carrera corta y chocó contra Quinn, quien cayó hacia atrás y golpeó la parte posterior de su cabeza en el suelo.

Varios jugadores se apresuraron a verificar el estado de Quinn.

"Me sentí tan mal. Estaba tratando de sostenerlo tanto como podía. Pero se levantó como un campeón", comentó Mariota, quien hizo su primera titularidad en la NFL desde 2022, reemplazando al lesionado Jayden Daniels.

"Entró a la sala de entrenamiento (en el medio tiempo) y lo vendaron", dijo Mariota, quien sacudió a su entrenador con una toalla, "y fue como, 'Está bien. Sigamos adelante'. Creo que eso fue lo que realmente motivó a los muchachos".

Quinn se limpió la sangre de la cara mientras caminaba hacia el vestuario con una ventaja de 20-10 después de que Matt Gay de Washington anotara un gol de campo de 56 yardas en la última jugada de la primera mitad.

"Hombre, eso solo representa quién es él, para ser honesto. Habla de eso todo el tiempo, solo su mentalidad. Y es literalmente: Te derriban, te levantas y sigues adelante. Literalmente hizo eso. Su nariz estaba sangrando. Todo estaba sangrando. Tenía un corte. Se mantuvo en el juego, concentrado", dijo el linebacker de los Commanders, Bobby Wagner, sobre Quinn, quien fue su coordinador defensivo hace años cuando ambos estaban con los Seahawks de Seattle.

"Todo lo que nos predica, sentimos que lo vimos en ese momento. Lo derribaron. Lo golpearon bastante fuerte. No tenía protecciones. Nada. Se levantó", comentó Wagner. "Fue como una película. Mientras lo estaban tratando, no estábamos seguros de que pudiera salir. Y entonces, estamos reuniendo a todos. Me estoy preparando para hablar, y luego él sale de la nada, y (dice), '¡Yo me encargo!' Fue un momento genial. Lo recordaré para siempre, sin duda".

Cuando se le pidió que transmitiera cuál fue el mensaje de Quinn a los jugadores en el medio tiempo, Wagner sonrió.

"No sé si puedo repetir esas palabras", respondió Wagner. "Muy colorido".

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