Muchos campesinos en La Guajira aprovecharon el auge de la bonanza marimbera para dejar a un lado la cosecha de cultivos tradicionales de pan coger, sembrados en pequeñas parcelas para cubrir las necesidades de los mercados de Dibulla, Riohacha y Maicao. En dicho auge, observaron que les era más rentable dedicarse a la siembra del cultivo de la mala hierba o, sencillamente, dedicarse a transportarla desde las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta hasta los puertos clandestinos ubicados frente al mar Caribe.

En alguna ocasión, en el corregimiento de El Pájaro, Tiburcio observó cómo una multitud de marimberos hacían disparos al aire en plena celebración de las fiestas de San Rafael. El propósito era despedir a un lugarteniente que, el día anterior, había perdido la vida en un acc

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