Los amigos del colegio, los del barrio... y los del trabajo. Durante siglos, las oficinas, los comercios y las fábricas han sido espacios en los que se forjaban vínculos significativos, donde se gestaban amistades sólidas que sobrepasaban el ámbito laboral, con las que se compartían comidas, bodas o vacaciones. Pero esa camaradería está desapareciendo de los lugares de trabajo y, hoy, la de “amigos del trabajo” es una categoría en recesión.
En Estados Unidos, solo dos de cada diez empleados afirman tener un “gran amigo” en el trabajo, según una encuesta de Gallup, tres puntos porcentuales menos que antes de la pandemia. Y solo uno de cada cinco fomenta activamente ese tipo de relaciones. En España, no se dispone de estadísticas sobre la evolución de las amistades en el trabajo, pero tanto