E., una mujer boliviana de 25 años, fue víctima de una violación mientras intentaba cruzar el complejo fronterizo de Colchane hacia Bolivia para ver a su hijo. El incidente ocurrió tras ser detenida por funcionarios de la Policía de Investigaciones, quienes revisaron sus documentos y la hicieron esperar junto a otros detenidos. Durante este tiempo, un hombre se le acercó, la amenazó y la llevó a una habitación privada, donde la agredió sexualmente.
La denuncia, presentada por el Instituto de Derechos Humanos de Tarapacá, detalla que el agresor, Samuel Challapa Choqueticlla, de 21 años, era un monitor de primera respuesta en el momento del delito. Este individuo, que ya había sido condenado anteriormente por un caso similar, trabajaba para una empresa que prestaba servicios a la Delegación Presidencial del Tamarugal, lo que le otorgaba acceso a migrantes.
El ataque ocurrió en la madrugada del 17 de diciembre de 2024, cuando E. viajaba en un bus hacia la frontera, acompañada de su hermana y su cuñado. Debido a su situación migratoria irregular, buscaba un paso no habilitado. Sin embargo, un control policial los detuvo y los llevó a un campamento donde se revisaron sus documentos. Fue en este lugar donde Challapa se acercó a E., asegurándole que debía llevarla ante un juez y que podría permanecer 90 días detenida.
Desesperada, E. le explicó que necesitaba regresar a Bolivia por su hijo. El agresor le ofreció "ayuda" a cambio de algo que no fuera dinero. A pesar de sus súplicas, Challapa la violó, mientras ella rogaba que no lo hiciera. Tras el ataque, el agresor la ayudó a escapar, quedándose con sus documentos y mintiéndole sobre su identidad.
E. logró llegar a Oruro, Bolivia, donde relató lo sucedido a su madre. Juntas, presentaron la denuncia y se realizaron exámenes médicos. La fiscalía tardó casi nueve meses en identificar a Challapa como el presunto culpable del delito.