Renault ha decidido acelerar su transformación industrial inspirándose en el modelo operativo de los fabricantes chinos. Con François Provost como nuevo consejero delegado, el grupo francés se propone mantener su hoja de ruta estratégica, pero incrementando notablemente la velocidad de ejecución. El objetivo es reducir de forma drástica los plazos de desarrollo de sus vehículos, optimizar costes y reforzar su posicionamiento en un contexto cada vez más competitivo.
La llamada “velocidad china” se ha convertido en referencia para Renault . Un ejemplo ilustrativo es el nuevo Twingo eléctrico, cuyo desarrollo completo se ha reducido a tan solo 21 meses, frente a los más de cuatro años que tradicionalmente requería un proyecto similar. Esta agilidad, habitual en marcas chinas como BYD o