E s un duro e inusual contraste: una bandera brasileña en el puente de Londres, banderas de EE.UU. en diversas ciudades de Brasil. Representan opiniones profundas sobre el sentido de la democracia. Unos rechazan cualquier intento de amnistiar al expresidente Jair Bolsonaro: “Amnistía, no”. Los otros están en pie de guerra contra la condena de Jair Bolsonaro.
Es la peor crisis desde que Brasil recuperó la democracia.
La sentencia de 27 años y tres meses de prisión es por ahora el incierto final del proceso contra el expresidente. Fue condenado por su intento de golpe de Estado para mantenerse en el poder tras perder las elecciones en 2022. Entonces triunfó Luiz Inacio da Silva, Lula.
No sólo brasileños están a favor de Bolsonaro. En una actitud inédita entre gobiernos democráticos, el