El actor chileno tiene esa elegancia que da el llamar la atención sin buscarlo y el elegir siempre el bando correcto. Es el galán de un mundo mejor
En esa efigie de cowboy de alto diseño, vestido por Anthony Vaccarello , que nos contemplaba desde el cartel de Extraña forma de vida de Pedro Almodóvar está cifrado el consolador mensaje que Pedro Pascal está lanzando, sin aspavientos, al mundo: no hay que tener miedo al Apocalipsis, porque, quizás, en lugar de al final de todas las cosas, tan solo estemos asistiendo a un simple (y a menudo gratificante) cambio de paradigma.
Como en ese cartel, este actor, cuyos padres fueron considerados enemigos de estado por la dictadura chilena, es la eficaz suma de una apostura clásica con líneas de fuga que hablan de irresistible modernidad