Sentarse a la mesa nunca fue un gesto tan poderoso. Lo que parece una rutina diaria es, en realidad, un ritual capaz de transformar la salud y el estado de ánimo. Cada bocado, cada pausa y hasta la forma de masticar influyen directamente en cómo el cuerpo enfrenta el estrés cotidiano.
Un reciente reportaje de Vogue advierte que no solo importa qué comemos, sino también cómo lo hacemos. Incorporar prácticas de alimentación consciente puede convertirse en un antídoto natural contra el exceso de cortisol, la hormona que dispara la ansiedad y desgasta el organismo.
Un estudio difundido en la revista Psychoneuroendocrinology reveló que las prácticas de mindfulness y la relajación profunda son capaces de bajar los niveles de cortisol, especialmente durante las primeras horas de la mañana, cuan