El auge de las criptomonedas encuentra en Vaca Muerta un aliado oportuno. En la formación neuquina, conocida en todo el mundo por su potencial energético, se puso en marcha un proyecto que transforma el gas de venteo (que habitualmente se desperdicia o contamina) en electricidad para alimentar granjas de minado de Bitcoin. Una iniciativa que combina tecnología, finanzas y cuidado ambiental.
La propuesta llegó de la mano de Cryptogranjas, la startup creada por el emprendedor argentino José Sarasola, que ya había probado este modelo en Córdoba y ahora decidió escalarlo en Vaca Muerta . "Convertimos el gas metano y el CO2 contaminante de los pozos petroleros en energía verde; y de este modo generamos dinero cuidando el ambiente", sostuvo en declaraciones a iProfesional.
El proyecto de