La confirmación del primer caso de gusano barrenador en el norte de México encendió las alarmas en la frontera con Estados Unidos y provocó el cierre inmediato a la importación de ganado mexicano.
El hallazgo ocurrió en Sabinas Hidalgo, Nuevo León, a menos de 112 kilómetros de la línea fronteriza, en una vaca de ocho meses trasladada desde el sur del país a un corral de engorda certificado. Tanto el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) como el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) reconocieron que se trata del brote más cercano al territorio estadounidense desde que comenzó la emergencia sanitaria.
El USDA advirtió que la ubicación del caso en la ruta comercial Monterrey–Laredo representa un riesgo directo para su industria pecuaria