Cada vez que aparece la oportunidad de competir como sociedad utilizando las redes sociales como herramienta, al peruano se le enciende un chip inusual. Es el empuje emprendedor pero también picón, el que no se deja ganar por nada, el que sale adelante contra todo pronóstico. Es cuando ganamos a punta de ‘clicks’ la votación de Machu Picchu como maravilla del mundo, o nos convertimos en la hinchada más grande del mundo.
El Mundial de Desayunos es una moda. Una tendencia digital completamente pasajera. Lo cual no significa necesariamente una acción con poco retorno; es un pico de actividad que puede tener alto retorno hoy e incluso impulsar acciones similares. Pero estratégicamente, no es una construcción de marca, ni una acción de posicionamiento.
Newsletter exclusivo para suscriptores