El presidente ruso, Vladímir Putin , sugirió que podría prolongar por un año el último tratado de desarme nuclear aún vigente con Estados Unidos, que expira en febrero de 2026, pero advirtió que Rusia está dispuesta a responder a cualquier amenaza estratégica “no con palabras, sino con medidas técnico-militares”.
En una reunión televisada de su Consejo de Seguridad, Putin condicionó la oferta de prórroga del Nuevo START (START III) a que Washington actúe de “manera análoga” y se abstenga de dar pasos que “minen o destruyan la actual equivalencia” en las capacidades de disuasión nuclear . La declaración representa un gesto inesperado en un contexto de relaciones bilaterales extremadamente tensas, al tiempo que deja claro el creciente descontento de Moscú con las políticas de de