WASHINGTON- El viernes, el presidente Donald Trump prosiguió con su amplia campaña contra la inmigración y se enfocó en un programa de visas para trabajadores extranjeros cualificados. Firmó una orden que añade una cuota de 100 mil dólares a los nuevos solicitantes de visas H-1B, que permiten a trabajadores extranjeros, como los ingenieros informáticos, tener la oportunidad de trabajar en Estados Unidos.

La visa H-1B está diseñada para ayudar a las empresas a cubrir vacantes para las que no pueden encontrarse trabajadores estadounidenses con capacidades similares. Pero los partidarios de la línea dura en materia de inmigración y los activistas de extrema derecha llevan mucho tiempo argumentando que la visa permite a las empresas sustituir a trabajadores estadounidenses por extranjeros.

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