
Los científicos confirman lo que parecía imposible , los días de 24 horas van a desaparecer para siempre. Con la mirada puesta a una serie de novedades que pueden acabar marcando un antes y un después. Por lo que, habrá llegado el momento de poner sobre la mesa una serie de detalles que acabarán marcando una diferencia importante en todos los sentidos. Es momento de decirle adiós a esos días de 24 horas que pueden despedirse para siempre. En especial, cuando estamos ante una serie de elementos que pueden acabar de marcar un antes y un después.
Es momento de apostar claramente por una serie de elementos que llegan a la Tierra y pueden acabar marcando una diferencia importante. En estos días en los que quizás podremos redescubrir un extra de buenas sensaciones que, sin duda alguna, puede pasar más rápidamente. Es momento de aprovechar al máximo este tipo de elementos que pueden acabar marcando una diferencia importante en estas jornadas que dejarán de ser como imaginaríamos. En su lugar podemos empezar a visualizar que los días dejan de ser de 24 horas.
Los días de 24 horas se despedirán para siempre
Será mejor que nos preparemos para lo peor, con una serie de elementos que pueden acabar siendo los que nos marcarán de cerca, con algunas novedades que, sin duda alguna, pueden ser esenciales. Habrá llegado el momento de apostar claramente por un cambio de tendencia que puede ser esencial.
Vamos a descubrir lo mejor de una serie de situaciones que seguro que nos darán más de una sorpresa, sobre todo, si tenemos en consideración que vamos a estar ante un cambio de tendencia importante. Es hora de saber qué pasará con esos días que ya no serán de 24 horas.
El ser humano reparte el tiempo a su manera, vive unos años en un planeta que ha dividido en días, semanas, meses y años, aunque la realidad, puede acabar siendo muy diferente de cómo nos la imaginaríamos. Es hora de saber qué es lo que puede llegar en estos días.
El futuro puede acabar siendo el que nos invite a pensar en un importante cambio de tendencia que puede ser clave. Sobre todo, si tenemos en consideración una serie de detalles que, sin duda alguna, pueden acabar marcando una diferencia significativa.
Los científicos confirman qué va a pasar con la Tierra
La Tierra puede ir cambiando y lo hace a toda velocidad, de la misma forma que deberemos empezar a visualizar un giro radical en una serie de detalles que pueden acabar marcando una diferencia importante. La ciencia nos dice que estos días tal y como los conocemos, tienen los días contados.
Tal y como se presenta este estudio publicado en la revista Nature: «Presentamos un análisis estadístico de una compilación de restricciones observacionales sobre la duración del día precámbrico y encontramos que la duración del día se estancó en aproximadamente 19 h durante aproximadamente mil millones de años durante el Proterozoico medio. Sugerimos que el par acelerativo de las mareas térmicas atmosféricas de la energía solar equilibró el par de desaceleración de las mareas oceánicas lunares, estabilizando temporalmente la rotación de la Tierra. Este estancamiento coincide con un período de evolución biológica relativamente limitada conocido como los aburridos mil millones».
Siguiendo con la misma explicación: «Las fuerzas de marea de un satélite en órbita controlan la evolución de la rotación de un planeta1,2. Debido a que la Tierra gira más rápido que la velocidad angular orbital de la Luna, el bulto de marea oceánico de la Tierra se empuja delante de la Luna. Este desplazamiento ejerce un par sobre la Luna, que, transfiriendo el momento angular de la Tierra a la Luna, impulsa a la Luna a una órbita más leja y ralentiza la rotación de la Tierra, aumentando su duración del día (LOD) con el tiempo. Los modelos teóricos de recesión lunar generalmente se han caracterizado por una tendencia constante en los últimos 3 o 4 mil millones de años3,4,5. En contraste con los modelos tradicionales que proponen condiciones en continua evolución, se especula con un intervalo de tiempo temporalmente largo de duración constante del día durante el tiempo precámbrico que podría surgir de una estabilización debido a la resonancia con la marea térmica atmosférica6,7,8. Por lo tanto, existe la necesidad de un número suficientemente abundante de restricciones LOD precámbricas que puedan usarse para comprender mejor la evolución del sistema Tierra-Luna en alta resolución temporal. A diferencia de su contraparte oceánica gravitacionalmente excitada por la atracción de la Luna, las mareas atmosféricas son térmicamente excitadas por la absorción de la luz solar por el vapor de agua y el ozono, la más grande de las cuales es semiurnal. Debido a la disposición del sistema de tres cuerpos y al sentido de rotación de la Tierra, la marea oceánica semidiurnal lunar aplica un par desacelerante y la marea atmosférica semiurnal solar aplica un par acelerativo en la velocidad de rotación de la Tierra. Una duración del día estabilizado por resonancia es la condición única en la que, en el punto de resonancia, el par oceánico lunar puede ser cancelado por el par atmosférico solar. Esto podría haber sido posible en el Precámbrico cuando se cree que el par lunar fue una cuarta parte de su valor actual debido a un acoplamiento de fricción más débil entre la Tierra y la Luna en una paleorotación más rápida4,6,7. Si el par atmosférico opuesto fuera igual al par lunar disminuido, la desaceleración rotacional a largo plazo de la Tierra podría haberse detenido temporalmente a una duración constante del día durante algún intervalo del tiempo precámbrico».