Lo que comenzó como un voto de convicción por la seguridad del país se convirtió en una “pesadilla” para Madison Pestana, una joven de Carolina del Norte que apoyó a Donald Trump. Su vida dio un giro radical cuando su esposo, un inmigrante venezolano, fue arrestado por agentes de inmigración de ICE en Miami y trasladado a un centro de detención.
La detención de su esposo, Juan, es un duro golpe para Madison, quien creía que las políticas de Trump estaban dirigidas solo a criminales. «Lo que está pasando no es justicia, es inhumano», expresó en una entrevista con la agencia de noticias AP. «Se prometió que harían las cosas más seguras para la gente. ¿Crees que están haciendo mi vida más segura? Es mucho más peligrosa ahora que me han quitado a mi esposo».
Un amor que enfrenta la distancia