El tránsito vehicular es uno de los principales retos que enfrenta Colombia, sobre todo en urbes grandes como es el caso de Bogotá y Medellín.

Para mitigar esta situación, las autoridades antioqueñas han diseñado estrategias que buscan evitar que la circulación colapse en las denominadas horas de mayor congestión. Una de las medidas más conocidas es el pico y placa.

Con esta regulación, en Medellín se pretende descongestionar las arterias principales, al mismo tiempo que se generan otros efectos positivos, como la reducción de la contaminación del aire y un mayor uso del transporte público.

De igual forma, este mecanismo contribuye de manera directa al bienestar y la calidad de vida de los habitantes.

La Secretaría de Movilidad es la encargada de fijar las franjas horarias en las que

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