En algún momento entre el premio Herralde de 2019 por 'Nuestra parte de noche' y la aparición de 'Un lugar soleado para gente sombría', colección de relatos publicada el año pasado, Mariana Enríquez (Buenos Aires, 1973) cambió de división y casi también de deporte. De dama oscura y princesa gótica de la literatura argentina a superestrella de la calles , que diría Lawrence, y fenómeno (fan) de alcance global. Ella, visitadora de cementerios, adoradora fatal de los Manic Street Preachers y entusiasta seguidora de Suede, banda a la que dedicó el libro 'Porque demasiado no es suficiente', cruzó de pronto al otro lado del espejo para convertirse en objeto de culto y adoración .
No solo se la rifan en ceremonias y galardones (el Grand Prix de l'Imaginaire o el Iberoamericano de Letras Jo