Después de rebajar casi 38 kilos desde diciembre con la ayuda de inyecciones para perder peso, Emilly Murray ha quedado con un indeseado recuerdo de su antiguo cuerpo: la piel flácida.
“No puedo vestir lo que quiero vestir”, dice la mujer de Liverpool de 35 años. “No puedo mostrar mis piernas porque tengo tanta piel que cuelga sobre mis rodillas”.
Aunque no lamenta haber perdido peso por el beneficio de salud, Emilly dice que la piel flácida de sus muslos “realmente me deprime” ya que la cohíbe y la manera como se ve desnuda la hace sentir como un “bagre”.
“Se ve bien cuando está toda recogida, pero luego cuando me saco la ropa, me veo como una vieja de 90 años. Es horroroso”.
Este mes se cumplen dos años desde que la inyección Wegovy para la pérdida de peso estuvo disponible a través