Hans-Dieter Flick se ha mostrado inflexible en su postura de castigar a todos los jugadores que no cumplan con el estricto código de conducta que impuso en el vestuario desde el primer día que llegó. Porque dejó claro cuando fue presentado como nuevo mánager del Barça que para volver a ser competitivos y aspirar a ganar todos los títulos, era necesario cambiar de mentalidad, y trabajar mucho más, copiando la metodología que tanto éxito tuvo cuando dirigía al Bayern de Múnich.
Y el tiempo le ha dado la razón, así que no hay razones para cambiar estas normativas. Los futbolistas de la plantilla ya saben que no hay excepciones, y el técnico alemán no tiene ningún problema en sancionar a las piezas que no cumplan con las reglas, independientemente de cuál sea su nombre. Y encontramos muchos