Que las series no son un invento reciente lo sabe todo el mundo. Tienen casi tantos años como la propia televisión. Pero es cierto que en el último cuarto de siglo estas producciones han alcanzado un estatus que ha trascendido las pantallas para convertirse en centro de conversaciones, objeto de estudio y acicate social. La influencia que han logrado ha provocado que eclipsen a otras propuestas culturales y que generen una industria que no deja de crecer. A medida que este fenómeno sucedía ha cambiado el modo en que la sociedad consume y se relaciona con las series.

Netflix prácticamente acaba de inaugurarse (se creó en 1997) y funciona como un videoclub virtual, en el que los clientes eligen películas, a través de una plataforma en línea, y éstas se entregan por correo postal.

HBO, prim

See Full Page