En la ciudad de Mineápolis se encuentra un laboratorio que parece sacado de la ciencia ficción. Se trata de Orfield Laboratories, propiedad de Steven Orfield y el hogar de la cámara anecoica más silenciosa del mundo. Reconocida por el Libro Guinness de los Récords como el punto de mayor silencio en la Tierra, cuenta con –13 decibelios ponderados A, un nivel inferior a lo que el oído humano puede detectar.
Dentro de la cabina, el silencio absoluto hace que sonidos internos del cuerpo se vuelvan protagonistas. Visitantes suelen reportar que pueden escuchar con claridad el latido de su corazón, el flujo de la sangre en los vasos, e incluso el ruido de sus articulaciones al moverse. Este fenómeno ocurre porque, al eliminar los ruidos externos, el oído humano amplifica al máximo cualquier seña