El vaticinio de la encuesta de La Vanguardia sobre el ascenso de Vox y Aliança Catalana oficializa el fracaso del cordón sanitario y del tratamiento de problemas que los partidos tradicionales no han sabido afrontar más allá de un repertorio de consignas flácidas. Ejemplo: esta semana hemos sabido que en las universidades de Afganistán, donde el gobierno talibán decretó que solo pueden estudiar los hombres (!), se prohibirán todos los libros escritos por mujeres (!!) ¿Alguna reacción desde la izquierda? Ponerse la kefia palestina y deletrear la palabra genocidio debería ser compatible con combatir estos abusos. Son abusos que, en muchos barrios del país, imponen lastres teocráticos como el burka o niveles de control parental que atentan tanto contra los derechos de los niños y las muje
Abrocharse el cordón sanitario, por Sergi Pàmies

40