En la manzana A, casa 14 del barrio San Vicente de Godoy Cruz, hay una casa que nadie habita, pero que nunca está vacía. Su frente de madera, con tablas clavadas para bloquear la vista, esconde un búnker que desde hace años funciona como centro de acopio y venta de cocaína y marihuana.
Cada vez que la Policía contra el Narcotráfico (PCN) llega hasta la puerta para meterse y allanar, los que están adentro ya saben qué hacer: descartan la droga fraccionada lista para la venta y dejan el lugar prácticamente vacío de pruebas , a pesar de que los pesquisas siempre han logrado obtener datos que confirman sus hipótesis.
Ese juego de gato y ratón volvió a repetirse este viernes durante la tarde. Después de varias semanas de seguimientos, decidieron actuar otra vez: la PCN llegó al domicil