Imaginen que Pedro Sánchez y Feijoo hubieran llegado tras los últimos comicios a un pacto de Estado que concediera la vicepresidencia al líder popular. Que, meses antes de las elecciones, el presidente retrasase (por enésima vez) las elecciones. Que grupos de extrema derecha se enfrentaran al ejército en los alrededores de Torrelavega, hasta el punto de que derribarían un helicóptero de la ONU, asesinarían a generales y provocarían que 50.000 cántabros tuvieran que huir de sus hogares. Las noticias hablarían de decenas de muertos durante los combates.

Imaginen luego que el Gobierno manda arrestar a Feijoo, a Cuca Gamarra y a Miguel Tellado. Que una coalición europea liderada por tropas francesas entra en Madrid para colaborar con el Gobierno en la lucha contra las facciones derechistas qu

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