Lo único que le faltaba a ‘su majestad’ Donald Trump era tener un mártir. Y nació este domingo en un templo de Arizona, es decir, en un estadio a reventar de fieles devotos de la creencia MAGA que tiene en Trump al sacerdote-Papa que ha llegado nada menos que hasta la Casa Blanca no una sino dos veces ya.

Lo de Trump no lo entendemos bien fuera de Estados Unidos. Es zafio, inculto, bronco, primario, básico y sin embargo arrasa en votos. Nos cuesta comprender algo así desde la vieja Europa. Pero me cuentan amigos americanos que si viajas al interior de Estados Unidos o al big Sur sumido en su cultura autorreferencial ajena al mundo donde sólo tienen a Dios por testigo, entonces entiendes esas claves lejanas a otra realidad norteamericana a orillas de los dos mares, tipo Nueva York o Califo

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