Aproximadamente 100 líderes religiosos, defensores de justicia social y otros activistas se manifestaron simultáneamente en tres oficinas de congresistas de Long Island, frustrados por su incapacidad de reunirse con ellos, para discutir la deportación masiva de inmigrantes indocumentados.

Redacción LTH

Durante la protesta, afuera de la oficina de la congresista Laura Gillen, en Garden City, varios de los 20 asistentes leyeron porciones de una carta de cuatro páginas, firmada por 216 líderes religiosos de toda la isla, condenando enérgicamente las deportaciones.

«Como personas de fe, denunciamos, condenamos la deportación masiva actual de Estados Unidos de inmigrantes indocumentados, muchos de los cuales han huido de extrema violencia y pobreza en sus tierras natales», expresaba la misiv

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