De Camilo José Cela (1916-2002) pueden decirse muchas cosas. A veces, ciertos escritores a quienes admiramos, se nos caen, pasajeramente, por cuestiones que poco o nada tienen que ver con su producción literaria. Recuerdo muy bien, hace ya varios años, cuando me enteré de que el autor que me había regalado horas de sumo placer con La familia de Pascual Duarte , La colmena y Viaje a la Alcarria había sido en vida un aplicado soplón del franquismo. No niego que se me desmoronó. Sin embargo, al segundo mes de mi indignación gratuita hacia él, leí Cristo versus Arizona (1988)y Madera de boj (1999).
Para Cristo versus Arizona necesité una buena sentada de domingo, desde la mañana hasta la noche. Sin interrupciones de por medio, sin el humo del cigarro que fastidiara la vista y tot