Posterior a la Revolución de 1910, la corriente artística denominada nacionalismo mexicano, estableció criterios conceptuales, ideológicos, formales y temáticos, sin embargo, existió un preámbulo a partir de la segunda mitad del siglo XIX, con obras de múltiples autores, manifestándose de modo patente a fines del siglo referido, es así como el nacionalismo artístico declaró el ideal como un paradigma de la conducta nacional. En la emergente cultura mexicana convergieron lo indígena y lo hispano como una manifestación de lo popular, pues hasta ese momento, solo se evidenciaba a través de los criollos desde las cúpulas del poder, cuyo resultado repercutió en todos los niveles. Eran recurrentes los temas que hacían evidentes la diversidad de los pobladores, su fisonomía, sus costumbres y los
Museo José Guadalupe Posada

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