En Nueva York, la presidenta Dina Boluarte se presentó con un discurso plagado de autocomplacencia y omisiones. “Nunca me imaginé que aquellos que estaban perdiendo el poder enquistado con el expresidente pudieran recibir a una mujer que vino en esa fórmula presidencial de una manera brutal, no les importó el Perú”, declaró, como si los cuestionamientos a su legitimidad fueran un simple capricho de adversarios políticos.

La mandataria omite, sin embargo, la realidad más cruda de su gestión. Lo que en verdad ocurre es que el Perú vive un aumento sostenido de la criminalidad. Tan solo este año, se registraron más de 5.260 homicidios, la cifra más alta de la última década.

Boluarte tampoco menciona que está denunciada por homicidio a raíz de la represión que dejó más de 60 muertos en las pr

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