La abrupta decisión de la administración Trump de imponer una tarifa de $100,000 a las visas H-1B ha sorprendido y confundido a empleadores, estudiantes y trabajadores, desde Estados Unidos hasta India y otros países.

Desde que se anunció la medida el viernes, la Casa Blanca ha intentado tranquilizar a las empresas preocupadas, aclarando que la tarifa no se aplicará a los titulares de visas actuales y que sus empleados con H-1B que viajen al extranjero no quedarán varados ni impedidos de regresar a Estados Unidos sin pagar los $100,000. La nueva política entró en vigor a las 12:01 a.m. del domingo, hora del este.

A pesar de los esfuerzos de la Casa Blanca, “todavía hay personas recomendando a sus empleados con H-1B que no viajen por ahora hasta que haya más claridad”, dijo Leon Rodriguez

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