Un joven de 22 años irrumpió en su propio velorio en Tucumán gritando: “¡Estoy vivo!”, luego de que lo declararan muerto por error. El episodio -que tiene al menos un antecedente en Bahía Blanca- comenzó cuando se creyó que se había quitado la vida tras ser atropellado por un camión en una ruta. La policía trasladó el cadáver, lo identificó la madre y autorizaron la inhumación. El velatorio se llevó a cabo como estaba previsto, hasta que el joven —a quien todos creían fallecido— apareció vivo y causó conmoción entre los presentes.
El desconcierto fue inmediato entre los presentes en la ceremonia fúnebre. Ana Laura, una vecina, describió la escena a La Gaceta de Tucumán: “Hubo un lío tremendo. Muchos se espantaron, otros gritaron y lloraron. La verdad es que quedamos helados”.
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