Con la llegada inminente del verano y las temperaturas que no empiezan a dar tregua, subirse al auto puede convertirse en una verdadera prueba de resistencia. El calor que se acumula en el interior, sobre todo si el vehículo estuvo al sol, puede hacer que el ambiente sea sofocante y hasta peligroso.
Pero hay un detalle que muchos pasan por alto y que puede afectar la salud de todos los que viajan: los plásticos y materiales del interior del auto pueden alcanzar hasta 60 o 70 grados y, al calentarse, empiezan a liberar vapores que quedan atrapados en el habitáculo.
Leé también: ¿cuáles son los errores frecuentes en el uso del aire acondicionado del auto?
Por qué es peligroso prender el aire con las ventanillas cerradas
Juan José Vicente Pizarro , mecánico de Talleres Benezer e