En el Mundial de Ciclismo en Ruanda, la conversación digital no ha girado únicamente en torno a los vatios, la cadencia o las posiciones aerodinámicas. Lo que realmente explotó en redes fueron las imágenes de varios corredores africanos que afrontaron la contrarreloj con bicicletas de nivel básico , más propias de grupo amateur que de la máxima cita del calendario mundial.
La tecnología define cada segundo en Ruanda
Uno de los nombres que más ruido hizo fue el de Dictor Mut, de Sudán del Sur. Mientras el resto del pelotón se alineaba sobre cuadros de carbono diseñados en túneles de viento, Mut afrontó la crono con una bici similar a una Scott Speedster, un modelo de entrada de aluminio que en sus versiones actuales ronda entre 900 y 1.300 dólares. Para un ciclista que da sus