El primer Balón de Oro de la historia lo ganó un cuarentón. Era 1956. El fútbol lo jugaban esos hombres rudimentarios de los que habla Hernán Casciari en su cuento “Messi es un hombre perro”, aquellos a los que no les importaba el dinero, la fama, tirarse al suelo; sino hacer goles, dar espectáculo a los aficionados.

Uno de los más destacados era el inglés Stanley Matthews, un hombre blanco, delgado, de 1,75 metros de estatura que a sus 41 años aún se dedicaba al fútbol. Jugaba de extremo por derecha. Lo hacía de manera espectacular. No solo corría rápido y hacía pases como sus compatriotas, también enganchaba, driblaba, como si fuera brasileño.

En los videos que hay en internet se ve cómo, con las pantalonetas largas, holgadas, medias cortas y guayos de cuero en forma de bota que se

See Full Page