Si no fuera por cada una de las mujeres víctimas mortales, oficiales o no, de la violencia de género en lo que va de año; si no fuera por cada una de las mujeres maltratadas en este país, seguramente no escribiría este artículo. Pero es la segunda vez que un gobierno socialista que se dice igualitario y feminista le falla a la fracción más exánime de la parte históricamente más débil, marginada y maltratada de nuestra sociedad: las mujeres. Todo parece indicar que el Ministerio de Igualdad no es tan igualitario como su nombre indica. Si ya, con Irene Montero como ministra, la 'Ley del sólo sí es sí', al aprobarse sin un régimen transitorio para la aplicación del cambio legislativo, motivó que hombres condenados aprovechasen tal carencia, solicitando y logrando reducciones de penas que, en
De unas pulseras y una esperanza

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