Hace once meses, Fernando Gago decidió darle la espalda al Guadalajara , tomar sus maletas, a su familia y regresar a Buenos Aires, Argentina, a cumplir su sueño de dirigir Boca Juniors, sueño que le duró apenas unos meses, por lo que tuvo que regresar a México, para dirigir al Necaxa .
Vino el esperado reencuentro, el cara a cara y la venganza del Rebaño llegó.
En un plato frío, pero la venganza, dicen así, sabe mejor.
Qué mejor momento para despertar que contra quien osó mancillar el escudo, la historia del Guadalajara. Triunfo (3-1) sobre el Necaxa que vale tres puntos, como cualquier juego, pero que en el orgullo del equipo y su afición, vale mucho más.
Si hace apenas unos días ante el Toluca, el Guadalajara fue exhibido, ahora mostró que tiene plantel para competir, quizá